Un día caluroso de julio, cuando el sol iluminaba todo a nuestro alrededor, nos sumergimos en un mundo de increíble belleza y amor, organizando una boda única en una acogedora villa ubicada entre el verdor de la Costa Española cerca de Barcelona. Este día fue íntimo, diseñado exclusivamente para la pareja y sus familiares cercanos. Simbolizaba no solo la unión de dos corazones, sino también un encuentro con el encanto del ambiente mediterráneo.