En la azotea, se distribuyeron varias zonas: una acogedora área de chill-out para relajarse, un espacio para la ceremonia, y un escenario para la banda en vivo que amenizó la velada con su música. Dentro del hotel, los invitados disfrutaron de una cena de varios platos, acompañada por una soprano, un tenor y un contrabajista. Este conjunto musical creó una atmósfera de arte elevado, sumergiendo a cada invitado en un mundo de emociones refinadas y elegancia.